El conflicto de las desaladoras y las APP´s
La escasez de agua en B.C. no es
un tema que se deba tomar a la ligera, cada día el flujo de este líquido vital
es nulo y podría tener graves consecuencias no solo para la comunidad sino para
las zonas de agricultura como San Quintin que exigen que se aprueben los dictámenes
para comenzar con la construcción de las desaladoras.
Por otro lado se encuentra el
tema de las APP’s, una asociación que considera de gran importancia la colaboración
entre el sector privado con el sector público debido a que se obtendrá un
beneficio para la distribución de servicios públicos.
La falta de transparencia, el
retraso en el seguimiento de los contratos con las empresas y la congelación del
dictamen 95, mantiene a la comunidad en un estado de incertidumbre y con
interrogantes. Opiniones como la del ex alcalde de Rosarito, el licenciado
Silvano Abarca Macklis hacen manifiesto la preocupación por el escaso abasto de
agua en la región y la urgencia de colocar las plantas desalinizadoras: “son
una necesidad imperante”.
El agua es un recurso vital no
solo para nuestro bienestar, pues para prosperar en el área comercial e industrial,
requerimos de este elemento. No estamos hablando que ocupamos un gobierno con acciones
inmediatas sino un gobierno con visiones a futuro y comprometidos para mejorar
la calidad de vida de sus gobernados. La postergación de los procesos
administrativos para autorizar la construcción de las plantas desalinizadoras
ya no es una opción.
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