Burrocebra ya no es patrimonio cultural en Tijuana
Tijuana, B.C.- El burrocebra, considerado como un icono de la cultura tijuanense, ya no es patrimonio cultural. Un grupo de abogados animalistas consiguió un amparo que suspende la asignación a través del juzgado segundo de distrito en materia de amparo y de juicios federales en el estado.
El juzgado revocará la decisión del Consejo del Patrimonio Cultural de Baja California. Una de las causas de la revocación se debe a que se decidió en base a argumentos de ingenieros y personas que han declarado bienes inmuebles y no desde una perspectiva de bienes vivos.
El pasado 8 de septiembre, el Primer Tribunal Colegiado de Circuito confirmó que es inconstitucional la declaratoria de patrimonio cultural inmaterial del estado de Baja California de la manifestación considerada "burrocebra, binomio carreta-burro", publicada el 8 de agosto de 2014 en el Periódico Oficial del Estado.
Un comunicado del Colectivo de Abogados Animalistas anunció que la Constitución les sirvió para proteger el derecho humano a participar en la dirección de asuntos públicos y "procuró cierta protección a un grupo de personas no humanas, cuya explotación pretende ser legitimada a través de artilugios como la declaratoria que ha sido revocada".
El abogado Luis Hernández, quien lleva el caso, mencionó que los burrocebras todavía seguirán siendo exhibidos en la Avenida Revolución, pero sin el recurso que era otorgado por el Estado. También dijo que se deberá hacer de nuevo la convocatoria para hacerlo patrimonio, pero ahora con la incidencia de la ciudadanía y de expertos en el tema que puedan confirmar nuevamente la declaratoria.
Luis Hernández dejó en claro que el grupo de activistas no está en contra del burrocebra como símbolo de la ciudad de Tijuana, sino de que el animal no es tratado de manera digna. Sugieren una representación de él, como se ha hecho en plazas comerciales y en eventos culturales.
Este símbolo cultural también le antecede un problema de ética. Pues los activistas afirman que los 8 a 10 burros distribuidos en la Avenida Revolución, son maltratados por exponerlos a la intemperie y por pintarles su pelaje con químicos; además, se les invita a turistas a subirse a ellos para tomarse la foto y no se les da el correcto alimento ni hidratación.
Habrá que esperar que el Instituto Cultural de Baja California inicie una nueva convocatoria, pero con las regulaciones necesarias donde involucre a la ciudadanía y que salvaguarde el respeto y trato ético hacia los animales.
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